Pero, es pecado abrazarse? Es pecado besarse? Depende.
El beso puede ser expresión de un cariño sano y limpio.
Pero también puede ser un desahogo de pasión y lujuria. Los interesados son los que han de distinguir, sabiendo que no se puede buscar ni admitir la satisfacción sexual fuera del matrimonio (764)..
No es lo mismo un ligero besín que un besazo lascivo que desboca la lujuria y lleva fácilmente a cosas peores..
En qué consiste la diferencia entre un beso que no es pecaminoso y un beso que se vuelve pecado u ocasión de pecado? Sencillamente, en la pasión. Y la pasión es un elemento muy fácil de conocer..
Uno la siente enseguida, y también se percibe claramente en la otra persona. Un beso puede ser un peligro. Un beso puede ser una ocasión de pecado. Y a veces, una ocasión inmediata..
La juventud es muy inflamable por naturaleza. Sea tu temperamento el que sea, te recomiendo que no te entregues a esos besos lascivos, pues con esto das entrada a la pasión. Y Jesucristo dice que es pecado desear lo que está prohibido hacer. Y es pecado provocar voluntariamente una excitación sexual. El beso en la boca prolongado y ardiente es especialmente excitante, pues va unido al apetito sexual..
Los labios son una zona erógena. La misma policía norteamericana informa de la facilidad con que la práctica del beso pasional puede convertirse en unión genital (765)..
Una cosa muy distinta es un beso breve, suave y delicado, expresión de un cariño sano y limpio. Pero ese otro beso voluptuoso y lascivo que enciende la concupiscencia es inadmisible. Ese sensual modo de besar que ha difundido el cine, no se puede permitir nada más que entre quienes han contraído matrimonio. Esos modos de besar suponen cosas que son derecho exclusivo de casados..
Por otra parte el beso en la boca, «mojado», es antihigiénico. Dice Ramón y Cajal: «El beso es para el científico un simple intercambio de microbios» (766)..
Por lo visto en la boca de cada persona hay unas trescientas especies de microorganismos, y con el «beso mojado» éstos pueden pasar de una persona a otra. «A través de un beso se puede infectar a la pareja de mononucleosis infecciosa, conocida como la enfermedad del beso, hepatitis A y salmonelosis» (767)..
El doctor San Martín, sexólogo, dijo por Tele-5, el 21 de Enero de 1997, que la sífilis puede contagiarse a través de un beso..
68,4. Para vencer las tentaciones, ten en cuenta estos seis consejos:
No es lo mismo un ligero besín que un besazo lascivo que desboca la lujuria y lleva fácilmente a cosas peores..
En qué consiste la diferencia entre un beso que no es pecaminoso y un beso que se vuelve pecado u ocasión de pecado? Sencillamente, en la pasión. Y la pasión es un elemento muy fácil de conocer..
Uno la siente enseguida, y también se percibe claramente en la otra persona. Un beso puede ser un peligro. Un beso puede ser una ocasión de pecado. Y a veces, una ocasión inmediata..
La juventud es muy inflamable por naturaleza. Sea tu temperamento el que sea, te recomiendo que no te entregues a esos besos lascivos, pues con esto das entrada a la pasión. Y Jesucristo dice que es pecado desear lo que está prohibido hacer. Y es pecado provocar voluntariamente una excitación sexual. El beso en la boca prolongado y ardiente es especialmente excitante, pues va unido al apetito sexual..
Los labios son una zona erógena. La misma policía norteamericana informa de la facilidad con que la práctica del beso pasional puede convertirse en unión genital (765)..
Una cosa muy distinta es un beso breve, suave y delicado, expresión de un cariño sano y limpio. Pero ese otro beso voluptuoso y lascivo que enciende la concupiscencia es inadmisible. Ese sensual modo de besar que ha difundido el cine, no se puede permitir nada más que entre quienes han contraído matrimonio. Esos modos de besar suponen cosas que son derecho exclusivo de casados..
Por otra parte el beso en la boca, «mojado», es antihigiénico. Dice Ramón y Cajal: «El beso es para el científico un simple intercambio de microbios» (766)..
Por lo visto en la boca de cada persona hay unas trescientas especies de microorganismos, y con el «beso mojado» éstos pueden pasar de una persona a otra. «A través de un beso se puede infectar a la pareja de mononucleosis infecciosa, conocida como la enfermedad del beso, hepatitis A y salmonelosis» (767)..
El doctor San Martín, sexólogo, dijo por Tele-5, el 21 de Enero de 1997, que la sífilis puede contagiarse a través de un beso..
68,4. Para vencer las tentaciones, ten en cuenta estos seis consejos:
1) No perder la calma: estar seguros de que todas las tentaciones pueden vencerse con la gracia de Dios..
2) Acuérdate de que sólo la voluntad puede pecar y, por lo tanto, mantenla inflexible..
3) Encomiéndate a Dios y a la Virgen Inmaculada, que jamás abandonan a los que acuden a ellos..
4) Desembarázate de la ocasión, en cuanto puedas. Si hubo victoria, da gracias a Dios. Si caída, arrepiéntete y aprovecha la lección para otra vez..
5) Después de cada caída, haz un acto de contrición, confiésate enseguida y además ofrece en reparación una mortificación que cueste..
6) No vuelvas a pensar más en la tentación; ocúpate de algo..
Para tu tranquilidad has de saber que dice San Pablo que Dios jamás permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas (768)..
Y que el Concilio de Trento afirma que Dios no pide a nadie cosas imposibles, sino que hagas lo que puedas, y pidas lo que no puedas; que Él te ayudará para que puedas..
Después de una tentación pueden ocurrir tres cosas: 1) Victoria clara, porque la rechazaste totalmente en cuanto caíste en la cuenta de la tentación: dale gracias a Dios que te ha ayudado a vencer. 2) Derrota clara, porque te dejaste llevar conscientemente: arrepiéntete, humíllate ante Dios, y pídele que te ayude a vencer en otra ocasión; haz un acto de contrición y propón confesarte pronto..
3) Duda de si consentiste o no consentiste. No estás seguro si resististe completamente a la tentación. En este caso expón al confesor sencillamente tu duda, por ejemplo, diciéndole: «he tenido malos pensamientos y malos deseos contra la pureza, y no sé si los he rechazado suficientemente»..
No te contentes con dejar la confesión para después de la caída. La confesión también tiene un valor preventivo, porque aumenta la gracia en virtud del sacramento y fortalece la voluntad..
Cuando presientas una posible caída, confiésate aunque no tengas pecados graves. Y si, además, puedes comulgar, todavía mucho mejor..
Para dominar el cuerpo es muy conveniente la mortificación. Es una práctica común de todos los santos. Un cuerpo mortificado es mucho más dócil..
Es necesario luchar mucho para permanecer puros. A las malas inclinaciones de nuestra pasión, se une la inmoralidad que se ve en la calle y en el cine..
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2) Acuérdate de que sólo la voluntad puede pecar y, por lo tanto, mantenla inflexible..
3) Encomiéndate a Dios y a la Virgen Inmaculada, que jamás abandonan a los que acuden a ellos..
4) Desembarázate de la ocasión, en cuanto puedas. Si hubo victoria, da gracias a Dios. Si caída, arrepiéntete y aprovecha la lección para otra vez..
5) Después de cada caída, haz un acto de contrición, confiésate enseguida y además ofrece en reparación una mortificación que cueste..
6) No vuelvas a pensar más en la tentación; ocúpate de algo..
Para tu tranquilidad has de saber que dice San Pablo que Dios jamás permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas (768)..
Y que el Concilio de Trento afirma que Dios no pide a nadie cosas imposibles, sino que hagas lo que puedas, y pidas lo que no puedas; que Él te ayudará para que puedas..
Después de una tentación pueden ocurrir tres cosas: 1) Victoria clara, porque la rechazaste totalmente en cuanto caíste en la cuenta de la tentación: dale gracias a Dios que te ha ayudado a vencer. 2) Derrota clara, porque te dejaste llevar conscientemente: arrepiéntete, humíllate ante Dios, y pídele que te ayude a vencer en otra ocasión; haz un acto de contrición y propón confesarte pronto..
3) Duda de si consentiste o no consentiste. No estás seguro si resististe completamente a la tentación. En este caso expón al confesor sencillamente tu duda, por ejemplo, diciéndole: «he tenido malos pensamientos y malos deseos contra la pureza, y no sé si los he rechazado suficientemente»..
No te contentes con dejar la confesión para después de la caída. La confesión también tiene un valor preventivo, porque aumenta la gracia en virtud del sacramento y fortalece la voluntad..
Cuando presientas una posible caída, confiésate aunque no tengas pecados graves. Y si, además, puedes comulgar, todavía mucho mejor..
Para dominar el cuerpo es muy conveniente la mortificación. Es una práctica común de todos los santos. Un cuerpo mortificado es mucho más dócil..
Es necesario luchar mucho para permanecer puros. A las malas inclinaciones de nuestra pasión, se une la inmoralidad que se ve en la calle y en el cine..
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